C. 26 No. 358 x 43 y 45 Fracc. Monte Albán

Llevando la fe a la familia

Efesios 5:22-6:4

Autor: Tammi Monserrat García Flores

Una amiga muy querida me ha escrito en varias ocasiones porque se siente desanimada y a veces avergonzada por la manera en que cría a sus hijos, pues comúnmente se exaspera y los regaña enojada. Ella reconoce que en muchas ocasiones cuando los disciplina y corrige, es porque desea que sus hijos se comporten como ella quiere y a veces con la motivación que otros no hablen de ella acerca de su desempeño como madre. Ella confiesa que muy pocas veces la corrección viene por el deseo de que sus hijos hagan la voluntad de Dios, y esto muy a menudo la lleva a pensar que es la única madre cristiana que experimenta todo esto. 

Dios no me ha dado el regalo de la maternidad, sin embargo, durante los últimos 17 años de mi vida he trabajado con niños, con “adolescentes” y con jóvenes dentro y fuera de la iglesia. Algunos de ellos son hijos espirituales y otros no, solo son mis alumnos de escuela. Así que también me he encontrado con esta realidad, de exasperarme, de corregir verbalmente enojada, y generalmente sucede porque no hacen mi voluntad o cumplen mis expectativas referentes a lo escolar y al comportamiento en el salón de clase. Por tanto, te recordaré el evangelio papá y mamá, confesando que seguramente yo no sería una madre modelo si tuviera hijos biológicos, sino todo lo contrario, y estaría tan necesitada de la gracia que provee el evangelio a los padres, como necesitada de recordarme día a día la responsabilidad de Ef. 6:4b “Sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor”.

¿Cómo podemos criar a nuestros hijos, desde su primer día de nacido hasta la muerte y llevar la fe a nuestra familia?”

1.     Autoridad: Dios te ha dado con la paternidad, su autoridad, te ha puesto como su agente visible para formar en tu hijo el carácter de su creador. Sin embargo, no es para hacer cumplir tu voluntad en base a tus criterios o estándares, sino la de El. 

2.   La ley de Jehová: Dios te ha equipado de su ley escrita para enseñarla y modelarla a tus hijos. Te ha dado también muchos recursos para ser creativo en cómo transmites el corazón de Dios a tus hijos. Además te da una comunidad de gracia para que sean tus aliados. ¡Echa mano de tu iglesia!

3.   El carácter de Dios – Imitar a Jesús: Ya tienes la meta para tu vida, y para tu hijo es la misma, que todos crezcamos hasta ser más parecidos a Jesús. Agradece y disfruta tu paternidad, eres la persona más cercana a tu pequeño, para que él vea en ti el reflejo de la mente y carácter de Jesucristo.

4.  Evangelio: Cada mala decisión de tu hijo, cada mal comportamiento, cada desobediencia te pinta el cuadro y oportunidad perfecta para mostrarle el evangelio de la gracia. No esperes que su maestro de iglesia lo haga, tienes la gran oportunidad y responsabilidad de que sus pequeños oídos y corazones escuchen el nombre de Jesús expresados de tus labios.

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